MIENTRAS TODOS SE MUEVEN EN VENTANILLA, LA SELVA SIGUE SIENDO OLVIDADA.
Cinco derrames de petróleo en menos de un mes en el Lote 8 y en el Lote 192. Más de 50 años de contaminación y no hay Plan de Remediación efectuado.
PUINAMUDT 23/01/2022. – Mientras ocurre un terrible derrame de petróleo en la costa peruana y todos los medios de comunicación y redes sociales discuten sobre ello, desde el 27 de diciembre del 2021 hasta aproximadamente el 7 de enero del 2022 se reportó 3 derrames de petróleo en el Lote 192 y un derrame en el Lote 8 en la Amazonía peruana. El 21 de enero del 2022 se produjo un derrame en el Oleoducto Norperuano y el 22 de enero ocurrió una fuga en el Lote 192 en la base Huayurí, en la comunidad José Olaya.
El 27 de diciembre del 2021, en el Lote 192, luego de un trabajo de monitoreo ambiental por la federación kichwa OPIKAFPE, se descubrió un derrame de crudo en el campamento San Jacinto, aledaño a la comunidad Doce de Octubre en el río Tigre. Ocho días después, en el mismo lugar, se reportó un derrame de agua de producción en una de las tuberías del campamento. El monitor ambiental de Doce de Octubre informa que recién el 19 de enero del presente año Oefa realizó el ingreso a la comunidad, tomando muestras de suelo y agua de la zona contaminada. Se tuvo que esperar más de tres semanas desde el primer incidente para que un ente fiscalizador del Estado ingrese a la zona, permitiendo que la contaminación se expanda durante mucho tiempo perjudicando críticamente la flora y fauna cercana.
Igualmente, en el Lote 192, el 31 de diciembre en el río Corrientes, el monitor ambiental de la comunidad achuar José Olaya informó un derrame de petróleo en la batería Forestal. Omar Saquiray, presidente de la federación FECONACOR, informa que hasta la fecha Oefa no ingresa a la zona contaminada.
Aproximadamente el 7 de enero, en el Lote 8, ocurrió un derrame de petróleo en Pavayacu, cerca de la comunidad achuar Pucacuro en el río Corrientes, derrame que llegó a la quebrada que desemboca en el río. Se informa que Oefa ingresó a la zona a tomar muestras de suelo y agua pero hasta la fecha no hay ninguna acción contundente al respecto. “Cuando ocurre un derrame en los pueblos indígenas ni siquiera toman una decisión”, afirma el Apu de Pucacuro, Emerson Mucushua para RPP Noticias.
El 21 de enero del presente año, el Apu Alfonso López Tejada, presidente de la federación kukama ACODECOSPAT, fue invitado por RPP Noticias para una entrevista donde informó que el mismo día hubo un derrame de petróleo en el Oleoducto Norperuano. La contaminación se expandió por varios kilómetros y se encuentra muy cerca de llegar a la quebrada Urituyacu, afluente del río Marañón. Así mismo, el Apu Alfonso habla sobre los 2000 sitios donde ocurrieron derrames de petróleo en el Lote 8 y la contaminación que existe en la Reserva Nacional Pacaya Samiria. “Nunca se remedió en la Amazonía peruana un sitio contaminado”, afirma el Apu Alfonso López para RPP Noticias. Explica el Apu que hasta el día de hoy, después de más de 50 años de explotación petrolera, no hay ningún Plan de Remediación ejecutándose para el Lote 8 y el Lote 192 y los que fueron presentados en años anteriores por parte de las empresas el Estado los rechazó por estar mal elaborados. También se habló del tema del derrame de petróleo que ocurrió en la costa por parte de la empresa Repsol, “nuestra solidaridad con todas las familias que dependen de las actividades del mar”.
El 22 de enero, el Apu de la comunidad achuar José Olaya, reportó una fuga de petróleo en la base Huayurí, a pocos kilómetros de la comunidad. Gracias a la constante vigilancia por parte de las comunidades es que estos derrames son visibles y pueden ser reportados a tiempo.
La plataforma PUINAMUDT y las federaciones FEDIQUEP, OPIKAFPE, FECONACOR y ACODECOSPAT, que forman parte de ella, lamentan el derrame ocurrido en Ventanilla y exigen a las autoridades del Estado que se realicen las sanciones correspondientes a la empresa Repsol. Así como este desastre fue de gran impacto a nivel nacional y actúan de manera rápida, necesitamos que el Estado proceda de la misma forma en la Amazonía peruana y sus más de 50 años de contaminación petrolera.