“MIENTEN QUIENES DICEN QUE TOMAMOS AGUA CON SUSTANCIAS CANCERÍGENAS. LAS PLANTAS POTABILIZADORAS NOS OFRECEN AGUA DE CALIDAD”

ORGANIZACIÓN INDÍGENA KUKAMA DEL MARAÑÓN, ACODECOSPAT, RESPONDE A CAMPAÑA DE DESINFORMACIÓN SOBRE LA CALIDAD DEL AGUA QUE EMITEN LAS PLANTAS COMPACTAS DE TRATAMIENTO IMPLEMENTADA EN COMUNIDADES NATIVAS, EN EL MARCO DE LA MESA DE DIÁLOGO DE LAS CUATRO CUENCAS.
Desde algunos días se está emitiendo en medios de comunicación opiniones irresponsables y desinformadas sobre los mecanismos de atención que el Estado implementa en comunidades de las cuatro cuencas del Pastaza, Corrientes, Tigre y Marañón, para acceder a agua apta para consumo humano. Por ello queremos hacer de conocimiento público:
1. SOBRE LA ATENCIÓN DEL PROBLEMA DE AGUA DE CONSUMO HUMANO EN COMUNIDADES
En la actualidad, en la cuenca del Marañón, existen 17 plantas compactas de potabilización de agua, para que esta sea de consumo humano, en comunidades kukama de los distritos Nauta, Parinari y Urarinas. En nuestra cuenca las plantas atienden a una población aproximada de 8 mil habitantes, de los cuales más de 700 son menores de cinco años. Este modelo se replica en el Pastaza, Corrientes y Tigre, con 48 plantas más, alcanzando una atención aproximada de 23 mil personas. Estas plantas corresponden a una atención inmediata y provisional establecida en el en el Acta de Lima del 10/3/2015 (Compromiso 1), pero este no es el único compromiso para atender el problema de agua de consumo humano.
Como complemento, en el Acta de Lima (Compromiso 2) el Estado también se compromete a instalar sistemas definitivos de agua y saneamiento con conexiones intradomiciliarias en 65 comunidades de los cuatro ríos. Desde 2015 este compromiso es canalizado vía Proyectos de Inversión Pública (PIP), los cuales cursan proceso regular. Hoy, estos PIP se encuentran en etapas finales (se estima que varios de ellos se ejecutarán durante 2019), según informes del Programa Nacional de Saneamiento Rural (PNSR). Estos sistemas contemplan fuentes de captación de agua subterránea, de río o quebrada.
Además, también en el Acta de Lima (compromiso 3), la Dirección de Gestión de Salud Ambiental (DIGESA) del Ministerio de Salud, autoridad competente para el monitoreo de calidad de agua de consumo humano, se comprometió a evaluar las plantas potabilizadoras mientras operen, lo cual también se está cumpliendo.
2. SOBRE LAS PLANTAS COMPACTAS POTABILIZADORAS
Las plantas, adquiridas mediante concurso público en 2015, fueron elaboradas e instaladas por la empresa española INCLAM (www.inclam.com), empresa con más de 30 años de experiencia en la ingeniería del agua, la cual además ha implementado sistemas similares a los que tenemos en Venezuela, Panamá, Costa Rica, Guinea Ecuatorial, Ghana, entre otros países. En las cuatro cuencas existen 11 tipos de plantas, cada una posee tratamientos distintos en función a la identificación realizada en cada fuente de captación mediante análisis de laboratorio.
INCLAM ha señalado que el uso óptimo de las plantas compactas potabilizadoras oscila entre los 15 y 20 años. Desde hace 3 años, la empresa realiza monitoreo técnico mensual a cada una de las plantas instaladas, incluyendo análisis de agua en laboratorios acreditados. Este monitoreo es informado de forma oficial y detallada a la autoridad pública, PNSR.
Asimismo, estas plantas son monitoreadas por DIGESA a nivel de fuente de captación como de grifos (puntos de salida). Estos resultados han sido entregados en asamblea a las comunidades. Además, en el caso del Marañón, los puestos de salud de Nauta, Miraflores, Santa Rita de Castilla y Concordia realizan periódicamente análisis de parámetros microbiológicos, PH, Cloro y turbidez, para controlar la calidad del agua (cloración, etc.).
Por otra parte las comunidades cuentan con 4 operarios por planta, capacitados y monitoreados por INCLAM y el PNSR; ellos llevan más de 3 años haciendo un trabajo responsable, tal como lo puede certificar DIGESA y PNSR. En el caso del Marañón, se ha logrado obtener que el 100% de las comunidades beneficiadas cuide su planta potabilizadora y la use, lo que ha contribuido a la disminución de enfermedades diarreicas, cólicos, anemias y parasitosis; tal como lo indican los reportes de promotores y puestos de salud.
3. SOBRE OPINIONES SUPUESTAMENTE TÉCNICAS, IRRESPONSABLES Y CARENTES DE ÉTICA
Recientemente, dos individuos han señalado en medios que las “plantas de tratamiento de agua colocadas en cuencas indígenas generan sustancias cancerígenas”, en alusión a las de nuestras comunidades (mencionan a Inclam). Estos irresponsables, con verborrea pseudotécnica, buscan aprovecharse de la población y confundirla con argumentos falsos, sin contar con información mínima, tampoco con análisis de laboratorios o estudios de caso, como para emitir una opinión técnicamente seria y científicamente responsable. Con sus palabras, estos personajes buscan protagonismo personal, desinformar a la opinión pública, generar miedo en la población de las comunidades y, al estilo de cualquier burda campaña psicosocial, manipular y confundir. Los medios que han publicado sus palabras tampoco han cruzado información con otras fuentes. En realidad, el fondo que moviliza a estas personas son puras revanchas personales.
Uno de los señores es Luis Rojas Guerra. Este personaje fue funcionario del PNSR, responsable del Programa Amazonía Rural en Loreto, programa que buscó instalar sistemas de captación de agua de lluvia en comunidades del Marañón. FEDIQUEP, FECONACOR, OPIKAFPE y ACODECOSPAT rechazamos esos sistemas de agua de lluvia pues, al tener conocimiento de ellos, vimos que eran defectuosos, carecían de sustento técnico, sostenibilidad y pertinencia cultural. Registros fotográficos e informes nuestros demostraron cómo 3 de esos sistemas, instalados en comunidades, fueron defectuosos (aparecieron bacterias, agua flemosa, organismos de vida libre, sapos). Incluso, de acuerdo a análisis de DIGESA, esos sistemas no producían agua apta para consumo humano. Esos sistemas de agua de lluvia eran una estafa.
Finalmente, escuchando la exigencia de las comunidades, el agua de lluvia fue descartada por el PNSR para nuestras comunidades. Entonces Luis Rojas Guerra se queda sin instalar sus proyectos a pesar que quiso imponerlo con manipulación y violencia. Ahora que se quedó sin negocio, este señor habla con la herida abierta, atacando buenos sistemas de tratamiento de agua.
De otro lado, el señor Fernando Osores es un conocido de las organizaciones indígenas de las cuatro cuencas. El año 2013, cuando él era funcionario del Centro Nacional de Salud Ocupaciones y Protección Ambiental para la Salud (CENSOPAS) apus quechuas denunciaron sus malas prácticas en comunidades, hecho por el cual Osores fue ishangueado en asamblea de de comunidades de FEDIQUEP. Él se había comportado de forma irrespetuosa, pretendía manipular apus, utilizar pobladores e incluso hizo firmar papeles en blanco a algunos apus, entre otros. La propia directora de CENSOPAS de aquel entonces, se disculpó ante las comunidades por las acciones de Osores, quien fue expulsado de las comunidades de FEDIQUEP y desde entonces es rechazado también en comunidades de FECONACOR, OPIKAFPE y ACODECOSPAT. Ese es el motivo de su aparición, luego de varios años sigue con la herida abierta, hinchado de revancha. De hecho, él es conocido en círculos de derechos humanos y salud por su personalismo, falta de transparencia, métodos instrumentalistas, mente calculadora, persuasión virulenta, entre otros.
Desde ACODECOSPAT, alertamos a nuestros hermanos y hermanas indígenas, a la opinión pública y a los medios de comunicación, que no se deje sorprender por personas inescrupulosas que buscan negociar con la lucha de nuestros pueblos. No se puede jugar con las preocupaciones de nuestras familias y comunidades que han luchado mucho por obtener mejoras reales en la calidad de agua que consumen.

¡El pueblo kukama siempre firme en la lucha por la vida y la salud de nuestros pueblos!

5 de octubre de 2018