El sueño del tigre y la vida de un guerrero en defensa del territorio achuar
CONVERSACIÓN CON EL APU TOMÁS MAYNAS CARIJANO. EL LÍDER HISTÓRICO DEL PUEBLO ACHUAR DEL RÍO CORRIENTES HABLA SOBRE SUS SUEÑOS, RECUERDOS Y ALGUNAS CLAVES DE VIDA PARA DEFENDER EL TERRITORIO. DESCARGA PDF AQUÍ
PUINAMUDT, 20/04/2015.- Con casi ochenta años, él sigue luchando por la dignidad, el territorio y los derechos de su pueblo. En la última movilización de la comunidad Nueva Jerusalén, él ha encabezado las acciones. Hoy la salud del apu Tomás Maynas se encuentra delicada; sus casi 80 años en un contexto de protesta de casi 60 días, lo han debilitado. En estos momentos debe estar reposando, en observación clínica, pero pensando en su comunidad o preguntándose, como hace unos días, “¿por qué tanta vulneración de derechos? ¿Por qué? ¿Por qué me tratan así?”.
Según cuentan, pocas veces se desprende de su corona de plumas que en lengua achuar se llama tahusam. También pocas veces deja de usar el vestir de su gente: Camisa abierta o cerrada (si está en el monte o la ciudad), zapatos o botas de goma (si está en la ciudad o el monte), y siempre pantalón holgado. En esos usos, en esa ropa, también radica de su poder.
Sin consultar, excluyéndolos, olvidándolos, el estado peruano involucró al pueblo achuar, hace casi 45 años, en la hiel de uno de los problemas más complejos y crónicos del país: La extracción de petróleo y sus múltiples efectos, como han sido el despojo, los atropellos, la iniquidad y un abanico vertiginoso de transformaciones culturales, sociales y económicas.
Sin saber realmente qué era eso, los achuares tuvieron que enfrentar un tiempo ajeno, el cual fue imponiéndose, contaminado y reduciendo el territorio indígena. Las operaciones petroleras abrieron un nuevo ciclo económico en la selva norte y en el Perú.
Los achuares vieron en él, uno de sus hermanos, las cualidades de líder, fuerza y visión. A él le dieron la responsabilidad de ser el apu, la máxima autoridad de la comunidad Nueva Jerusalén. El destino del hijo de Jiukam y Turuya (padre y madre del apu) estaba decantado. Kiakua Maynas Carijano sería conocido en adelante, en otras tierras, con el nombre de Tomás.
Sin proponérselo, recorrió ríos, cielos, oficinas, ciudades, países y diversos conflictos. No es poco lo que nos toca aprender de la vida de Tomás Maynas, tan diferente y similar a la de otros que han vivido (o padecido, o sobrevivido) la ignominiosa historia del Perú, esa que hayamos todos los días flagrante pero se empecinan en eludir, tergiversar y borronear falseándola.
Recientemente, el apu Tomás ha sido condecorado por el Gobierno Regional de Loreto con la orden “Caballero del Amazonas”, reconocimiento otorgado por su vida ejemplar en defensa de los pueblos indígenas. Es la primera vez que un indígena recibe este preciado galardón.
El apu Tomás sólo habla achuar, pero gracias al apoyo en traducción e interpretación de Carlos Sandi y Gonzalo Paima, presidente y vicepresidente de la Federación de Comunidades Nativas del Corrientes (FECONACO), conoceremos parte de los sueños, recuerdos y saberes del apu.
Es inútil pretender cubrir en una breve conversación todos los temas, experiencia y lecciones de una vida tan valiosa; sin embargo, compartimos estas pocas palabras por su importancia testimonial y porque pensamos que podrán aportar a la memoria del movimiento indígena.
LO QUE TE DIRIGE EN UN CAMINO MEJOR
– ¿Cuál es el recuerdo más bonito que tienes de tu niñez, apu?
– Él dice que nosotros hemos crecido en sus manos de nuestro padre, y no era antes [como] ahora, [que] hay jóvenes que a temprana edad tienen mujeres, nosotros teníamos que conocer, trabajar, preparar[nos] para mantenerles [a los familiares]. Nuestros padres siempre nos aconsejaba: Hay que tomar toé, hay que salir a un lugar para ver visión, por ejemplo ayahuasca tomaban y salían al monte y hacían un tambito [casa simple], vivían ahí para que sueñen. Eso era [de] gran valor en aquellos tiempos, lo que te dirige en un camino mejor, tu vida mejor.
– ¿Quién te enseñó a ser fuerte?
– Ancestralmente nuestros abuelos, nuestros padres nos enseñaban a ser valiente en la guerra, esta es nuestra lucha, nuestro futuro como vamos a vivir acá, de esa manera te enseñaban, [por] eso es que yo tengo hasta ahora ese valor, dice.
– ¿Te has sentido en algún momento débil, has sentido que te estaban ganando?
– Yo tengo un gran sueño, no estoy por gusto, dice, tengo [un] sueño para defender mi pueblo, para ganar protestas, el gran problema que a veces [genera] eso, ir a diferentes lugares. Ese sueño me está impulsando muchas veces porque hasta ahora me valora, aunque no he tomado [aquella vez del sueño] toé ni ayahuasca, pero sí inmediatamente me dio poder para luchar.
– ¿Cuando eras joven soñaste que ibas a ser líder, tuviste una visión?
– Visión y sueño, [para] larga vida a luchar [y] ganar diferentes luchas, yo he luchado con[tra] la Occidental [Petroleum Corporation, OXY], Pluspetrol y siempre estoy luchando, mi sueño estoy cumpliendo […], yo no tengo y no puedo tener miedo, porque estoy defendiendo mi territorio, tengo derecho de defender porque mi territorio ancestral era pues nuestra tierra sana y ahora lo están contaminando, eso no quiero dejar libre así nomas, dice el tío Tomás.
RECUERDOS DE GONZALO PAIMA, UN JOVEN POBLADOR
“El patriarca del pueblo achuar”, como le llaman algunos apus, fue fundador de la comunidad Nueva Jerusalén, la comunidad donde vive hasta hoy, cerca de la frontera con Ecuador, en la parte alta del río Corrientes, en la región Loreto. Gonzalo Paima, que hace muchos años era un niño en esa comunidad, nos cuenta sobre sus recuerdos del apu Tomás.
– Gonzalo, ¿Cuál es el primer recuerdo que tienes del apu?
– Me acuerdo el año 1981, cuando [yo] era un niño, ellos eran personas competentes, vivían en una comunidad, no era pueblo sino era una comunidad, separada[s las casas] vivían, hacían una minga [y] recién [se] reunían para el trabajo, [Tomás Maynas] ha liderado desde ese tiempo hasta hoy, ya tiene más de 80 años pero sigue liderando, nosotros como pueblo hemos acordado para que tenga esa potestad como autoridad, como apu, mientras que esté con edad que siga liderando, eso hemos puesto, en acta está asentado, más o menos ha sido en 1985.
– ¿Por qué se le reconoció ese poder al apu Tomás? ¿Qué veían en él?
– Él era una persona que conocía vida ancestralmente cómo vivían, y también sabía el manejo [de] artesanías, fibras, o sea [Tomás Maynas] sabe todo, [le] interesaba hacer cosas, inventaba, o sea él participaba.
– Te acuerdas del apu Tomás como un apu fuerte, que participaba…
– En ese tiempo no teníamos todavía organización [FECONACO], simplemente éramos comunidad que cuando vino la empresa contratista [de servicios petroleros], cuando vino la Occidental [OXY], el apu y nosotros no teníamos conocimiento, cuál es el derecho para defender nuestro territorio, [Tomás Maynas] vivía ahí siempre en su pueblo, lideraba, cuando venía alguna visita [de la empresa], alguna conversación, él lideraba.
– ¿Cuéntanos un buen recuerdo que tengas del apu Tomás?
– Que el apu [es el] más tranquilo, más responsable, o sea [con eso] tenemos respeto más, y más confianza, él es mi respeto porque anda por lo que pide la comunidad, él va y donde que está, está. Él decía “para que me respeten yo tengo que respetar primero a ellos”, su dicho es así. Su posición es bien firme, bien respetado, nosotros respetamos muchísimo ese líder.
ARRIBA LAS MANOS: EL PETRÓLEO O LA VIDA
La vida de Tomás Maynas estuvo signada por su lucha frente a las empresas petroleras que se asentaron desde principios de la década de 1970 en su territorio ancestral. La comprobada contaminación en sus territorios por efecto de hidrocarburos, metales pesados y aguas saladas de producción, ha afectado en consecuencia la salud del pueblo achuar, condenándolo a una abrupta reducción de sus condiciones de vida y un riesgo de indefensión e incertidumbre frente la muerte.
Tomás Maynas creció en un territorio que hoy resulta impensable, libre de contaminación, sin oleoductos, sin forados de canteras. Aunque en ese tiempo ya había presencia de madereros (palorroseros, según cuenta) y otras formas menores de comercio y extracción, así como los docentes de Instituto Lingüístico de Verano (ILV); los impactos en el territorio achuar aún no eran de la dimensión actual. Tomás vivió e hizo familia como la sabía hacer su gente. Cuando apareció la petrolera inició su lucha, y envejeció luchando. Le pedimos al apu que nos cuente algo de su experiencia.
– ¿Qué opinas apu de la actividad petrolera en tu territorio?
– Veo mal, actitud mal porque la empresa, así comparando, [como] enamorar primero te tratan, te habla que vamos a trabajar mano a mano, te voy a apoyar, [pero] cuando ya [se] posiciona, se olvida.
– Les tratan mal…
– O sea mi mercado, todo lo que existe, mi farmacia, ahí está mi chirisanango, mi chuchuhuasa, mi uña de gato, todo lo que está alrededor de mi quebrada, están afectando [la empresa petrolera], están muriendo, muchas enfermedades, encima peces están con petróleo, por eso digo que está mal la empresa.
– ¿Cuál es uno de tus recuerdos más importante enfrentando a la petrolera?
– Dice que el mejor recuerdo es la lucha ganado a la Occidental [Petroleum Company OXY], él ha llegado a Estados Unidos, ha reclamado sus derechos, han dejado contaminado su agua, sus lagunas, su quebrada y eso han llevado allá en video, entonces ellos mismos reconocieron [que] sí se ha contaminado, [que] sí se ha dejado mal, por lo tanto [dijeron ellos] nosotros comprometemos a indemnizar todo el daño que le hicieron, eso voy a dejar a mis hijos, no solamente eso, con la Pluspetrol hemos ganado [el acta de Dorissa], […] está proyectado dentro de mi pensamiento que esta lucha que estoy haciendo no es para mí, yo no voy a beneficiarme de esto, ésta es para mis nietos, para mis hijos, para mis hermanos, les va a quedar a ellos […] yo estoy haciendo un derecho, reclamo para mis nietos, ese logro y ese coraje he tenido, quizás algún día me van a recordar.
– ¿Él apu está de acuerdo con que continúe la actividad petrolera?
– Yo tengo una gran desconfianza con la empresa petrolera, dice, muchas veces quizás nosotros queremos permitir, pero cuando ya hemos permitido hay un problema que mucho daño nos ocasiona, por eso de mi parte no quisiera permitir, pero el Estado peruano siempre contrata empresa petrolera de diferentes lugares del mundo, ellos exigen exigen pero al final no quieren responsabilizar[se] como Estado, nosotros acá dando luchando con sol con lluvia también.
EL SUEÑO, LA VISIÓN Y LOS DERECHOS INDÍGENAS
La esposa del apu murió hace cinco años. Es padre de cinco hijos: tres hombres y dos mujeres. Todos son pobladores de Nuevo Jerusalén. Desde muy joven el apu Tomás Maynas es hermano evangélico, y como buen creyente confiere a su fe religiosa parte de su fortaleza.
Al inicio de la entrevista, el apu Tomás decía “yo tengo un gran sueño, así como ves, no estoy por gusto”. A Tomás un sueño le dijo que sería fuerte, que iba ser guerrero, un líder que iba a caminar mucho. En realidad no fue un sueño, fue un tigre quien se lo dijo, luego de una noche de cacería en el monte.
– ¿Cómo hacer para soñar algo tan poderoso como lo que soñó, apu?
– Eso no sueña cualquier persona, el sueño que da valor es diferente, te lo pueden dar otras personas o animales, a mí me ha dado soñar este sueño un tigre.
– ¿Un tigre te dio el sueño? ¿Soñó el tigre o un tigre le dio el sueño?
– Soñó el tigre, un tigre le dio el sueño. Ese tiempo dice él se fue al monte, ha muerto [cazado] un venado, ha puesto una presa [de venado] ahí y ha hecho barbacoa arriba [una trampa], él estaba esperando arriba en un árbol a que venga un tigre [para cazarlo], y ese rato dice más o menos a las once de la noche vino [una] lechuza a volar ahí bien cerquita, cantaba, [el apu] le alumbraba [con una linterna] y desaparecía en ese rato, después sentía que [la] presa ya estaban comiendo, y él le ha alumbrado con linterna, total estaba sentado un tigre tremendo, él [Tomás Maynas] agarra su arma, apunta y [el tigre] se ha desaparecido y él, dónde se fue, qué ha pasado, bueno pensando en eso ha vuelto a casa, pensando, total con un sueño uno cierra su ojo pues, duerme, y ni bien duerme venía como persona ese animal [el tigre], donde que ha estado sentado [al momento de la caza] desde ahí estaba conversando [y le decía a Tomás] yo tengo valor de luchar, ir a otros lugares, otras zonas, yo tengo valor de esto, esto te voy a dar para que te vayas a encaminar a eso, cualquier problemas que sucede en tu territorio, ese sueño me ha dado ese tigre, dice.
– ¿Qué mensaje le diría a la juventud achuar, como enseñanza?
– Anteriormente yo desconocía nuestro derecho, aquellos tiempos […] nos han hecho lo que les da la gana, yo he conocido esta experiencia practicando y yendo lugar por otros lugares, mi mensaje sería a mis hijos […] que defiendan sus derechos, que defiendan su territorio porque ya tenemos poco, poco ambiente tenemos, el bosque está achicándose, por qué, porque la empresa petrolera viene ampliando, viene destruyendo, talando los árboles, […] donde ahuyenta los animales, eso no quisiera y de acá para adelante los jóvenes […] que cuiden el territorio para sus hijos de ellos también.