Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo presenta Estudio Técnico Independiente para la remediación del Lote 1AB
Comunidades esperan que recomendaciones de estudio sean aplicadas por el Estado para realizar adecuados procesos de remediación en los sitios afectados por más de cuatro décadas de contaminación petrolera al interior del Lote 1AB, zona donde hoy se ubica el Lote 192.
PUINAMUDT 18/7/2018.- Luego de seis meses de trabajo el Estudio Técnico Independiente (ETI) que emitirá recomendaciones para la remediación del Lote 1AB, será presentado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El estudio además considera un diagnóstico y vasto análisis socioambiental a partir de los hallazgos realizados mediante diversas fuentes, documentos oficiales, bibliografía especializada, imágenes de satélite, trabajo de campo, entre otros.
La presentación será este viernes 20 de julio a las 9 am, en salones del Hotel Samiria, en la ciudad Iquitos, sito en calle Ricardo Palma 159.
El Lote 1AB inició su actividad a principios de la década de 1970. La primera empresa operadora fue Occidental Petroleum Company (OXY), que operó entre 1971 y el año 2000. Luego opero Pluspetrol S.A. hasta el año 2015; posteriormente, el lote cambio de área y su nombre vario a lo que es el actual Lote 192, operado por Frontera Energy.
Se ha anunciado la presencia del Viceministro de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas (MEM) Ernesto Guevara y de la coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en Perú María del Carmen Sacasa. Participan de igual forma los representantes de las comunidades de la zona y sus federaciones indígena FEDIQUEP, FECONACOR, OPIKAFPE, junto a ACODECOSPAT.
El estudio fue elaborado por 18 especialistas internacionales de múltiples disciplinas, liderados por el PNUD, los cuales han trabajado con un alto estándar de criterios técnicos, interculturales y de participación indígena. Este trabajo forma parte de los compromisos asumidos por el Estado peruano ante la población indígena de la zona y sus federaciones en el acta de Lima suscrita en marzo de 2015.
Se trata de un documento que sentará valiosos precedentes para conocer la realidad ambiental de uno de los lotes más impactados por contaminación de hidrocarburos en el país. El documento hace valiosas recomendaciones para acciones futuras de remediación a causa de la contaminación petrolera, vinculadas a metodologías, evaluación de riesgos, normativa ambiental, entre otros.
El ETI surge como un mecanismo que ayude a remediar los territorios indígenas y reduzca la profunda desconfianza que tienen las comunidades hacia el Estado y las empresas petroleras. En ese sentido, del proceso de elaboración del ETI y su documento se desprende que el diálogo, la participación y la vigilancia desde las comunidades y sus organizaciones, son un factor importante para reducir la brecha inicial de desconfianza y arribar a mejores resultados.
“Antes no había estándares ambientales y por eso nos atropellaron durante años. Su remediación consistía en enterrar el petróleo”; señala el monitor ambiental del pueblo quechua Marcial Sánchez; “ahora el Estado, contando con esta herramienta rigurosa, debe comprometerse en realizar una remediación de verdad, de calidad, con toda la seriedad que se necesita”, agregó.
Trabajo de campo y un vasto análisis
El equipo técnico del estudio ha visitado el territorio afectado en la parte alta de las cuencas del Pastaza, Corrientes y Tigre dos veces este año, con el acompañamiento de monitores ambientales de las comunidades del Lote 1AB. Además, los especialistas han realizado una importante base de datos y análisis de documentación oficial, la cual constituye una suerte de memoria ambiental inédita para el área petrolera más antigua en Perú.
Las expectativas de la población respecto a las acciones que decida tomar el Estado, luego de la entrega del informe final del estudio, son bastante altas; en especial frente a la inminente entrada de un nuevo operador en el lote (Petroperú y una coparte privada) por 30 años más. En los últimos tres años de operaciones en el Lote 192, el mal estado del sistema de ductos ha generado más de 40 derrames.
“Sabemos que el Estado no quiere asumir muchas veces la remediación. Necesitamos que esta vez venga con una aparato bueno a todas las comunidades”, ha señalado el apu Abel Nango de la comunidad José Olaya (FECONACOR) a los especialistas del PNUD.
“Si es que no se cambia la actitud de las empresas, ¿para qué nos sirve la remediación si la tubería [sistema de oleoductos] va a seguir igual?, ¿de qué nos sirve que remedien si igual van a seguir contaminando?”; señala David Chino, vicepresidente de FEDIQUEP.
Desde la federación OPIAKFPE señalan que “el ETI es producto de años de lucha, esto es sólo el inicio de un largo camino hacia la que es realmente una remediación”. Las federaciones indígenas exigen que el Estado debe garantizar la aplicación del ETI así como la participación indígena en la toma de decisiones y los procesos de remediación que se generen en adelante.
Foto: Bruno Cámara. Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.