Pobladores de Cuninico meses después de derrame: “Ahora no tenemos qué comer, se ha terminado la fuente de nuestro ingresos”
PUINAMUDT, 06/10/2014.- A finales de junio de este año, en la cuenca del bajo Marañón ocurrió un gran derrame de petróleo en territorio indígena, consecuencia de desperfectos en el Oleoducto Norperuano. Se estimó que el derrame fue de más de 2 mil barriles, responsabilidad de la empresa nacional Petroperú. Sin embargo, los principales afectados fueron las comunidades kukama kukamiria de la zona, a quienes se les generado una situación de alto riesgo para la salud de toda la población, especialmente niños y niñas.
Durante el mes de julio y agosto, la noticia causó gran repercusión. Incluso esto obligó a tomar serias medidas para la atención del problemas de parte del Ministerio de Energía y Minas. Sin embargo, en torno a este derrame siempre se sucedieron silencios e incumplimientos que han impedido ver el problema en toda su dimensión.
Las comunidades y su organización han denunciado las consecuencias del derrame en más de una oportunidad (ver pronunciamiento). Pero luego de más 90 días de aquel derrame, la realidad de las comunidades afectadas no se conocen con certeza.
“Quiero decir la realidad que ha ocurrido sobre el derrame de petróleo que ha ocasionado un daño”, dice César Mozombite, poblador de la zona, en un reciente vídeo difundido en redes sociales. “La principal fuente de ingreso que teníamos para la población y para nuestra alimentación ya no la tenemos, que es la pesca”, “todo se ha terminado con este derrame”, agrega el apu Galoc Vásquez de la comunidad Cuninico (ver entrevista a Galoc Vásqueza de 4/9/2014).
Testimonios desgarradores. Niñez afectada.
Por medio de Juan Carlos Ruiz Molleda, abogado de IDL, en colaboración con la Oficina de Derechos Humanos del Vicariato Apostólico de Iquitos, se están difundiendo tres testimonios actuales de pobladores de Cuninico, una de las principales comunidades afectadas de la zona.
“Qué es lo que el gobierno va a hacer con nosotros, porque no tenemos los recursos para la alimentación y no tenemos también trabajo, no tenemos el pescado que era la principal fuente de ingreso para satisfacer la necesidades de la población”, agrega el apu Galoc Vásquez.
La contaminación en la zona es real. A inicios de agosto DIGESA informó que el agua de la quebrada Cuninico y del Marañón exceden los límites máximos permitidos para el agua.
El grave problema que testimonian pobladores de Cuninico se puede trasladar a otras comunidades cercanas, como San Francisco, Urarina, San Antonio u otras, las cuales también están afectadas, pues el derrame ha impactado una importante área de pesca. Pero, a puertas de la temporada de lluvias, y de la consecuente crecida de las aguas del río, la contaminación puede expandirse.
“Nosotros tenemos una cocha [laguna] que la manejamos [mediante crianza de peces], y ahorita por el momento no está contaminada, pero cuando viene la creciente [de las aguas del río] va a terminar con todo porque es inundable, va a ser una desgracia porque es nuestra única despensa,cuando venga la creciente va a entrar la contaminación y los peces se van a ahuyentar”, señala preocupado César Mozombite.
«Los niños y niñas no tienen ganas de estudiar»
El testimonio de un madre indígena es aún más preocupante. «Los niños ahora no vienen al colegio porque no tienen alimentación de la comida del pescado. Anteriormente nosotros les dábamos alimentos de varias formas de alimentación, y ahora ellos no tiene, no tienen ganas de irse al colegio, no tienen ganas de estudiar, tienen sueño, desganado, tienen pereza», dice la madre kukama.
Y agrega: “Los niños ahorita tienen sueño, tienen pereza, no tienen ganas de estudiar y hasta no quieren comer la conserva que le damos acá en el desayuno, porque se van a su casa comen arroz y atún, se van a u clase comen arroz y atún, eso yo también me estoy dando cuenta que los niños no tienen ganas de comer, no tienen ganas de estudias, por ese motivo, por el derrame de petróleo”.
El derrame de Cuninico aún sigue sin resolverse (ver noticia en Servindi). Según informa Juan Carlos Ruiz Molleda, «la Comisión de DDHH del Vicariato de Iquitos y el IDL han intervenido a pedido de la Comunidad Cuninico y estamos evaluando juntos con las autoridades de las comunidades afectadas, sobre las acciones legales a realizar, para proteger y restituir los derechos de estas comunidades».