Negociación del contrato petrolero en el Lote 192 no terminará sin antes cumplir con derecho a la consulta previa de pueblos indígenas
Federaciones indígenas de las cuatro cuencas de Loreto exigen consulta previa sin trampas, remediación ambiental de sus territorios y atención de personas expuestas a metales pesados antes de que se firme por 40 años más de explotación petrolera en el Lote 192
Debido a que el proceso de consulta previa del Lote 192 no ha concluido y tampoco se han terminado los diálogos técnicos en materia ambiental y social, las federaciones indígenas FEDIQUEP, FECONACOR, OPIKAFPE y ACODECOSPAT plantearon a la agencia Perupetro que se pronuncie sobre la extensión de la negociación directa del contrato para explotación petrolera en el lote, la cual realiza con la empresa nacional Petroperú.
Perupetro respondió a las federaciones mediante carta oficial que “las cláusulas de índole social y ambiental se mantendrán abiertas hasta que concluya el proceso de diálogo y de consulta previa a cargo del Ministerio de Energía y Minas.” Es decir, no suscribirán contrato alguno con Petroperú, la próxima empresa operadora del Lote 192, hasta que concluya el proceso de consulta previa en las comunidades que están dentro del ámbito de influencia del lote.
Cabe recalcar este anunció ratifica los compromisos que el Ministerio de Energía y Minas asumió en setiembre del 2018, luego de una movilización en las comunidades al interior del lote, cuando acordó garantizar la consulta previa antes de la firma del contrato petrolero entre Perupetro y Petroperú, entre otros. Por su parte, las federaciones indígenas no sólo exigen que el proceso de consulta sea sin trampas, sino también la remediación ambiental de sus territorios y la atención de las personas afectadas por exposición a metales pesados.
Sin embargo, a pesar de que la respuesta de Perupetro es positiva y el proceso informativo de la consulta previa ya se ha desarrollado en algunas comunidades, no todo ha salido bien. En algunas comunidades se ha levantado la sesión informativa por presentar diversas irregularidades, tales como no contar con un equipo profesional que responda las dudas y preguntas de la gente, así como la falta de herramientas y metodologías interculturales necesarios para el diálogo, entre otros.
A la fecha, la etapa informativa de la consulta se encuentra estancada y las federaciones indígenas advierten que estas deficiencias, y otras acciones de mala fe, pueden ocasionar un posible fraude en esta nueva consulta, tal como ocurrió en la consulta previa de 2015, en la que no consideraron los derechos de los pueblos indígenas, ya que no se llevó a cabo en su territorio, no tuve enfoque intercultural y tampoco hubo participación indígena en el monitoreo y ejecución de dicho proceso.