¡Más agua y menos derrames! El grito desesperado de las comunidades afectadas por la actividad petrolera en Loreto
“Con Traje y corbata no dejan de hablar huevadas
mientras nuestra tierra queda toda contaminada.
Ya basta del abuso, basta de inacción;
no habrá “Cierre de Brechas”, habrá revolución.”
(Canción de rap en construcción)
Escribe: Kathia Carrillo
Esta semana, la Sociedad Peruana de Hidrocarburos publicó en sus redes sociales una infografía que daba cuenta de la gran producción petrolera en Tumbes y Loreto durante el mes de noviembre. La publicación decía “En este noviembre se batió record de producción de petróleo” y da cuenta del grado de inconsciencia del sector de hidrocarburos sobre la insostenibilidad de su apuesta empresarial. Tan solo dos días antes, el programa de monitoreo independiente de la Federación Indígena Quechua del Pastaza reportaba el CUARTO DERRAME en menos de un mes dentro del lote 192, el más grande y con la mayor reserva de crudo en el país. El lote 8, por su parte, ha registrado este año 16 derrames. Si habláramos de récords en materia de irresponsabilidad ambiental, estas cifras serían merecedoras de un reconocimiento.
Pero más allá de la grave situación ambiental en la que se encuentra la Amazonía norperuana a causa del petróleo, están los derechos vulnerados de los pueblos indígenas que llevan casi cinco décadas sufriendo las consecuencias de esta industria insostenible en sus territorios. En 2015, tras largas jornadas de protestas debido a la situación ambiental y de salud en las cuencas del Pastaza, Corrientes, Tigre y Marañón, las federaciones que conforman la plataforma de Pueblos Indígenas Amazónicos Unidos en Defensa de sus Territorios (PUINAMUDT) y que representan a 101 comunidades de Loreto afectadas por los lotes 192 y 8, lograron que el gobierno se comprometa a atender sus demandas más urgentes de salud, agua y ambiente sano.
Ese año, en el Acta de Lima de 10 de Marzo, el gobierno se comprometió a implementar Plantas de Tratamiento de Agua Provisionales (PTAP) en 65 comunidades, las cuales proveerían de agua a las comunidades durante dos años, debiendo luego implementarse sistemas de agua intradomiciliarios permanentes. Este compromiso fue asumido por el Ministerio de Vivienda; lamentablemente, como es usual debido a la inestabilidad política, la corrupción y la limitada capacidad ejecutiva de los (dis)funcionarios, funcionarias y tecnócratas del sector estatal, los sistemas de agua permanente aún no han sido implementados y el periodo de las plantas de tratamiento provisionales se ha extendido.
Las PTAPs han sido el único acceso a agua apta para consumo humano que tienen 65 de las 101 comunidades de las cuatro cuencas. La gestión de las plantas está a cargo del Programa Nacional de Saneamiento Rural (PNSR) del Ministerio de Vivienda, pero este año, su mantenimiento ha sido descuidado por dicha institución, pues no sólo ha retrasado, desde abril de este año, los pagos de los promotores y supervisores indígenas a cargo del monitoreo y funcionamiento de las plantas, sino que además no ha contratado a ninguna empresa para que se haga cargo de las operaciones de las mismas desde el 18 de noviembre. Como consecuencia, las plantas han quedado abandonadas y la población indígena está siendo obligada, nuevamente, a consumir aguas no aptas para el consumo humano directamente de los ríos; aguas que además de no estar tratadas, contienen altos niveles de metales tóxicos (provenientes de la filtración de los pozos de reinyección de aguas de producción de la industria petrolera) e hidrocarburos (debido a los constantes derrames en los lotes 8, 192 y el oleoducto norperuano).
Las consecuencias de esta exposición ya han sido probadas en el Estudio Toxicológico y Epidemiológico sobre niveles de exposición a sustancias tóxicas en las cuatro cuencas realizado por el Centro de Salud Ocupacional y Protección del Ambiente para la Salud (CENSOPAS) del Instituto Nacional de Salud, que ha determinado la presencia de altos niveles de plomo, mercurio, bario y otros metales en niños, niñas y personas adultas.
Por ello, el presidente de la Asociación Cocama de Desarrollo y Conservación San Pablo de Tipishca (ACODECOSPAT), Alfonso López, ha dirigido un correo urgente al Viceministro de Gobernanza, Raúl Molina, al Director del PNSR, Hugo Salazar, y a funcionarios de diversos ministerios para alertar sobre la emergencia sanitaria que la falta de compromiso y desinterés de sus gestiones para con el bienestar de la población indígena están a punto de ocasionar.
“Es difícil entender desde lima los problemas, del no contar con agua potable, se entrampan en procesos burocráticos, y poco o nada les interesa nuestra salud y nuestra vida, a nosotros sí”, se lee en el correo escrito por Alfonso López, quien además señala la necesidad de contar con profesionales en los ministerios que sean conscientes de la necesidad de las poblaciones indígenas amazónicas: “Es imprescindible tener profesionales con sensibilidad humana en los ministerios, en especial en el de vivienda, y mucho más en el PNSR, que valore más la vida de un ser humano”.
La indignación ante esta situación es una respuesta lógica, sobre todo si se trata de poblaciones que durante casi 50 años han sido testigos y vivido en carne propia las consecuencias de la desidia del Estado Peruano que de manera sistemática ha vulnerado sus derechos básicos a una vida digna. Alfonso López advierte y denuncia que, por eso, “No vamos a quedarnos con los brazos cruzados si tenemos que llegar hasta lima y sentarnos frente a palacio de gobierno para que el Perú y el mundo se entere cómo el presidente Vizcarra tiene funcionarios insensibles a atender a los pueblos indígenas; y es por eso que no creemos en su cierre de brecha[s], porque es un gobierno mentiroso.”
A continuación, copiamos el correo enviado por Alfonso López a las autoridades del Ministerio de Vivienda y de la Presidencia del Consejo de Ministros:
Previo a los cordiales saludos y me permito manifestarle mi molestia y la de mis hermanos del pueblo kukama, ante un problema que hemos venido advirtiendo que se podía dar y no se hizo nada por tomar medidas, para garantizar el agua potable en las 17 plantas en la cuenca del Marañon y las 65 en las cuatro cuencas.
El presidente de la Federación está visitando las PTAPS, las cuales van a empezar a paralizar por falta de insumos, algunos ya compraron petróleo, y una vez se acabe el PAC y el Cloro, que será cuestión de dos a tres días, no podrán operar dichas plantas y las familias volvieran a tomar agua del río contaminadas.
Nuestra Federación a través del presidente Alfonso López Tejada, en todas las reuniones, se pidió que se tomen medidas para que no se repita las paralizaciones que hubo en los meses de abril a julio, y no se aprendió la lección y volvimos a lo mismo, desde el 18 de noviembre no hay empresa operadora de las plantas potabilizadoras de agua y por lo tanto no hay quien provea de los insumos necesarios para su operación. en conversación con el viceministro de vivienda y el director del PNSR y el viceministro Molina, se nos garantizó que las plantas no van a parar, nuevamente la segunda semana de noviembre, con el actual director del PNSR y su equipo volvimos a indicarle nuestra preocupación para que no se paralicen las plantas y nos indicaron que esta garantizado su funcionamiento.
Es difícil entender desde lima los problemas, del no contar con agua potable, se entrampan en procesos burocráticos, y poco o nada les interesa nuestra salud y nuestra vida, a nosotros si, por ello la federación, las comunidades, estamos planteando firmar acta con la empresa contratistas para realizar el trabajo de cambio del palafito observado por el PNSR, el cual lo hicieran la tercera semana de noviembre al finalizar el contrato, si hubieran prevenido y hacerlo un mes antes, ya se hubieran subsanado y no estaríamos hoy con plantas paralizadas por desabastecimiento de insumos, debido a la falta de contrato.
Es imprescindible tener profesionales con sensibilidad humana en los ministerios, en especial en el de vivienda, y mucho más en el PNSR, que valore más la vida de un ser Humano, siempre nos encontramos con personas como la Sra. Flor Agripina, que no tiene esa sensibilidad humana y se ve que poco le interesa nuestra vida, siempre le vemos entorpeciendo y haciendo todo lo necesario por desaparecer estas plantas, si hubiera puestos toda esa energía en cumplir su trabajo, hoy estaríamos con sistemas definitivos y no tendríamos por que estar exigiendo nuestro legítimos derecho del acceso al agua segura.
Hoy no contamos con promotores para que informen la realidad de las plantas, se comprometieron y nunca cumplieron, hoy no hay empresa operadora se prometió y no se cumplió en garantizar el abastecimiento de agua.
No vamos a quedarnos con los brazos cruzados si tenemos que llegar hasta lima y sentarnos frente a palacio de gobierno para que el Perú y el mundo se entere, como el presidente Vizcarra, tiene funcionarios insensibles a atender a los pueblos indígenas y el por eso que no creemos en su cierre de brecha, porque es un gobierno mentiroso. si no pudo después de 8 años atendernos con agua potable y saneamiento seguro en las cuatro cuencas no podrá hacerlo en todo Loreto.
Alfonso Lopez Tejada
Presidente de Acodecospat
Pueblo Indigena Kukama y Urarinas, en pie de lucha ante un gobierno criminal que niega el acceso a agua segura, después de haberlo contaminado, llevarse millones por el petróleo por más de 50 años y nunca tienen plata para que nosotros podamos tomar agua potable, NUESTRA LUCHA ES POR AGUA ES JUSTA.
TANA WIKARITAMA KUKAMA