Petróleo con Coronavirus. Cinco condiciones mínimas en la Amazonía para la reactivación petrolera en contextos de pandemia

Aymara León y Mario Zúñiga (PUINAMUDT)
Sub Grupo de Derrames Petroleros del Grupo de Trabajo de Pueblos Indígenas de la CNDDHH
En la actualidad, la crisis internacional producida por la pandemia del COVID-19 ha profundizado la crisis de la producción petrolera internacional. Los precios del petróleo en el mundo sufrieron una caída histórica incluso a niveles por debajo de 0, lo cual afecta seriamente a Estados dependientes del recurso, así como a diversas empresas petroleras. Esto ha ocasionado que los gremios extractivos hidrocarburíferos en coordinación con algunos Estados, planteen medidas para sostener la actividad en medio de esta doble crisis. Las medidas giran principalmente, en torno a subsidios, eliminación de aportes al fisco y reducción de compromisos y obligaciones contractuales y ambientales.
Específicamente en Perú, las actividades no se detuvieron a pesar de haberse declarado emergencia nacional las cuales establecieron diversas restricciones para todas y todos los peruanos. Las actividades petroleras en este contexto, continuaron bajo un marco legal incierto y con serios vacíos en aspectos sanitarios y ambientales. Tampoco se detuvo la ocurrencia de derrames petroleros con serias dificultades para una respuesta estatal debido a la emergencia decretada.
En esta situación, el Estado peruano, viene emitiendo y diseñando dispositivos y planes energéticos para responder a la crisis generada por la pandemia del COVID-19 en aspectos sanitarios y de reactivación. En este segundo aspecto, hay una reanudación gradual, dentro de un marco de protección sanitaria y laboral, donde las actividades petroleras han sido incluidas en la primera Fase de actividades a reanudar. Asimismo, El Estado diseñó un plan de apoyo a las empresas petroleras para dar continuidad a la actividad extractiva, creando una alianza con los gremios petroleros para consolidar un contrato social y económico de espaldas a los pueblos indígenas y el medio ambiente.
Este avance de planes, normas y diferentes dispositivos de seguridad sanitaria y reapertura extractiva, configuran, debido a los vacíos y sesgos económicos, un doble mecanismo de domesticación, así como de despojo y acorralamiento de los cuerpos y territorios.
Antes ello y debido al incremento de casos COVID-19 en territorios indígenas el sub grupo de derrames de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, plantea una lectura integral de la problemática petrolera en contextos de COVID-19. El enfoque integral plantea 5 aspectos a tener en cuenta:
1. Las autonomías indígenas y la adecuación normativa desde un enfoque territorial. Lo que supone el respeto del consentimiento previo libre informado; el registro y conocimiento preciso del desarrollo epidemiológico del virus en la población indígena según los territorios (con cifras claras sobré número de contagios y muertos por causa de COVID-19) para la reactivación informada y, por último, la participación de los pueblos indígenas en el diseño de normas y decretos vinculados a la reactivación y los planes de ayuda a la actividad petrolera.
2. Un enfoque de transiciones energéticas gradual y concreta. Que tome en cuenta las necesidades y dependencias regionales, al mismo tiempo que establezca estrategias para salir de ellas.
3. La protección de derechos. Que toda reapertura sea bajo el enfoque de derechos humanos y no se establezcan estados de sitio sin salvaguardas.
4. La mejora de la fiscalización ambiental y el fortalecimiento del enfoque ambiental en el contexto del COVID-19. Lo que implica el fortalecimiento de las actividades de fiscalización y el impulso de la vigilancia ciudadana con protocolos adecuados.
5. Tomar en cuenta las externalidades producto de actividades realizadas en el pasado como aquellas que se producirán por las actividades que operarán en el contexto de la Pandemia. Esto con el fin de no poner en los hombros de la población amazónica, en especial indígena, los costos ambientales y sociales de los impactos extractivos, pasados, presentes y futuros.
Finalmente, hay una advertencia clara en el documento acerca de los riesgos que corre la población indígena asentada en zonas de impacto petrolero, debido a que dicha población se vería doblemente expuesta a riesgos, en tanto sufrirán los embates de la pandemia en medio de un contexto adverso a su salud causada por los derrames, sitios impactados y pasivos ambientales.
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