REFLEXIONES SOBRE LA CONSULTA Y OTRAS POSTERGACIONES DESDE EL AEROPUERTO DE ANDOAS-LOTE 192-LORETO-PERU

Por Mario Zúñiga, antropólogo.
PRIMERO, EL CHAPUCHIK
Hoy 26 de setiembre del 2017, apareció “El Chapuchik[1]” petrolero en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Andoas, en medio de la movilización pacífica del Lote 192-Loreto-Perú. Bailando bajo su lanza, con una máscara que dejaba ver su calva y barba prominentes. Recitaba palabras incomprensibles para los pueblos.
Se fue acercando a quienes trasnocharon sobre la pista. Madres indígenas, niños, ancianos, jóvenes desvelados, que reían mientras Chapuchik hablaba extraño, bailaba o invitaba a bailar.
Pero un momento se detuvo y dijo: “tengo calva gracias a la contaminación, ¿ustedes están contaminados también?”, por ahí alguien le dijo: hasta en las uñas de los pies. Y entonces empezó a conversar con el poblador. Hay que llevarte urgente, o hay que traer un buen doctor mencionó el Chapuchik. El poblador dijo que quería doctores que no lo maten y que mejor son las plantas medicinales. El Chapuchik, entonces le dijo, pero las empresas se han llevado las plantas medicinales y también nuestro petróleo y “nosotros quedar contaminados, como plátano flaco, así igualito”.
Luego de la conversación continuó su camino, emitiendo idiomas incomprensibles y bailando sobre el aeropuerto, entre los pobladores que esperan pacientes, con una risa resistente, a que el Estado responda a sus demandas de consulta y de cumplimiento de compromisos pendientes.
El Chapuchik nos plantea un asunto central, el Estado debe entender que su lenguaje incomprensible, administrativo y su visión sobre el desarrollo y la atención a la gente, ha producido más muerte que vida, más pobreza que riqueza local, más transformaciones inequitativas que oportunidades, por lo que debe empezar a tomar nuevos caminos.

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SEGUNDO, UN ESTADO QUE PERPETUA LOS MALOS OLORES
La defensa de la minería como polo de desarrollo la cual traerá consigo derechos para las personas, por parte de la Defensoría en un evento empresarial, es síntoma de algo que continúa pudriéndose.  Días antes el Estado mediante una respuesta leguleya, superpone procedimientos burocráticos a la defensa de los diferentes derechos de pueblos indígenas afectados por más de 45 años de explotación petrolero. Así la respuesta al petitorio de consulta previa realizada por el PUINAMUDT, acerca de los próximos 30 años del Lote 192: “se posterga”, por razones exclusivamente administrativos.
Cuestiones paradójicas: justamente esta actitud de priorizar un desarrollo extractivo, en defensa de empresas, y una visión leguleya y tecnócrata de la salvaguarda de derechos elementales, ha sido dos de las principales razones para que el territorio de los pueblos indígenas sea impactado.
La población, en ese marco, ha decidido detener la razón por la cual sus cuerpos y territorios son “dañados”: la actividad petrolera en el Lote 192. Todo ello, para esperar al gobierno que heredó diferentes acuerdos antes del proceso de consulta anterior y después del mismo.
Pero hay más causas de indignación y las diferentes asambleas llevadas a cabo en estos días, lo reflexionan constantemente.
En estos dos años de actividad petrolera (que tiene detrás 45 años más realizado por otras operadoras) y con un nuevo contrato, han existido varias decenas de derrames dentro del Lote, principalmente producidos por ductos corroídos los cuales requieren de cambio y refacción y del que nadie se hace responsable.
Asimismo, los pueblos viven bajo niveles paupérrimos de atención. Por, ejemplo, las postas de Andoas que atiende a miles de personas de las cuencas del Pastaza, Corrientes y Tigre sigue con una categoría ínfima que no da abasto, igual que la posta de la comunidad de doce de 12 de octubre en el Tigre,  la cual se encuentra dentro de un conteiner y cuya implementación ha sido mal hecha. Eso no es todo, tenemos colegios construidos por Pluspetrol que están cercanos a sitios contaminados[2], no existen tecnológicos, ninguna comunidad se le ha titulado sus territorios donde hay infraestructura petrolera (a pesar que en Camisea, por presión del BID, es todo lo contrario).
Finalmente existe la contaminación petrolera histórica, de 45 años, que se refleja en miles de sitio impactados, los cuales afectan suelos, cuerpos de agua superficiales y subterráneas y finalmente la vida misma de la población local, apestándola. Esta contaminación, si bien fue producida por las diferentes empresas ha sido justamente los vacíos administrativos y decisiones mismas de parte del Estado las que finalmente han permitido que esta situación se perpetúe, continúe y no exista en el Lote un ambiente equilibrado (ni siquiera existe un EIA para todo el Lote como si existen en otros Lotes). De hecho, estas decisiones han brindado facilidades a empresas petroleras y en cambio demoraron y demoran hasta hora la atención integral y remediación de todos los sitios impactados en el Lote.
Hoy por hoy, El Estado, al parecer quiere seguir emitiendo el hedor de contaminación abusiva contra las comunidades, negándoles su derecho.

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TERCERO, TRES REFLEXIONES SOBRE CONSULTA
Lo que nos lleva a pensar estos aspectos, sobre la consulta es:

  • LOS INDIGENAS NO DEBEN SER SACRIFICADOS EN EL ALTAR DE UN DESARROLLO INEQUITATIVO.  El Lote 192, y los impactos producidos, nos muestran que lo mencionado por el nuevo Defensor del Pueblo, no solo es una falacia, un silogismo vano, sino una vergonzosa e indignante mentira. Acá el desarrollo trajo injusticia y daños.

Así, en medio de esta movilización pacífica la gente piensa que el Estado habla y responde  sobre consulta o desarrollo, sin conocer a fondo sus problemas. “¿será por eso que se niegan los Ministros a comprobar acá mismo en las comunidades lo que ha pasado con el ingreso de empresas petroleras? ¿por eso no vienen a la zona a dialogar porque temen enfrentarse cara a cara con sus mentiras?”. Un paseíto por los lugares contaminados y las deficiencias e insuficiencias del servicio del Estado entre las comunidades les servirían tal vez para comprobar que el supuesto desarrollo no viene por añadidura a la fe de la extracción de recursos.
Es en el altar de esa fe que los pueblos indígenas son sacrificados. En este caso la consulta “postergada”, es un modo de mantenerlos en el altar del desarrollo fatalista, esperando quietamente su muerte.

  • LA REALIDAD CAMBIA Y NO ES TOMADA EN CUENTA. Los pueblos en cambio son más sensatos y comprensivos y esto lo han aprendido luego de varios años de comprobar las contradicciones del discurso religioso de la extracción de recursos.

Como observamos arriba, por ejemplo, los pueblos han comprobado que las nuevas tecnologías, la nueva normativa e institucionalidad ambiental (ahora más golpeada que antes) y los beneficios inminentes no son reales. De hecho, hoy observan cómo las tecnologías siguen deficientes y producen numerosos derrames, incluso afloramientos de aguas contaminadas, saladas, en medio del bosque; cómo la institucionalidad ambiental no asegura su derecho constitucional a un medio ambiente equilibrado haciendo largo el camino de remediaciones, restauraciones y de compensaciones ambientales (aun fragmentadas y débiles) y, finalmente, cómo los beneficios siguen siendo promesas sin cumplir.
Esta situación debería llevar de manera concreta y objetiva a tomar en serio diversos criterios para pensar una nueva consulta. Entre ellos las deficiencias e insuficiencias no solo de los servicios del Estado sino de los contratos firmados y el contexto de riesgo.  En ese marco, los vacíos y flexibilidades benefician a las operadoras, pero detienen en el tiempo a los pueblos que sufren las consecuencias de los cambios y aspectos no previstos en sus territorios y sus cuerpos. La postergación de la respuesta sobre Consulta, muestra dos cosas: Uno,  el Estado se especializa en entender los cambios del mercado, la inversión, incluso la nacionalización de los recursos para adaptarse a ellos de manera compleja, tecnocrática y desarrollista, con el fin que las empresas petroleras puedan seguir produciendo y alimentando el canibalismo extractivo. Dos, cuando se trata de sopesar la complejidad de los impactos en los pueblos para establecer una respuesta que proteja sus derechos, sigue en la edad de Piedra. De ese modo, la respuesta al pedido de consulta es primitiva y no integral, lejos incluso de las recomendaciones que entidades como la OCDE, Naciones Unidas y el BID plantean.

  • LA INCAPACIDAD Y LIMITACIÓN ADMINISTRATIVA SE IMPONE A LOS DERECHOS. El Viceministerio de Interculturalidad, no es más que un ente burocrático sin criterio ni fuerza ejecutiva, por tanto, sigue siendo un obstáculo en el proceso de salvaguarda de los derechos de Consulta y otros derechos de las poblaciones indígenas.

Es lamentable que esta entidad, vaya sin independencia, bajo el paraguas de los Ministerios Fuertes (frase escuchada a una ex – Viceministra en una reunión de olvido), actuando como fantoche. Y esto hay que medirlo con preocupación, en tanto las interpretaciones legalistas e institucionalistas desligadas de la realidad y sobre todo de realidades impactadas, contienen en sí gérmenes de exterminio en pro del sistema.  Si el Viceministerio no puede ser un ente rector que establezca mediante una interpretación enmarcada en diferentes derechos y en la realidad la salvaguarda real de los derechos indígenas, lo que tenemos es una institución que perpetuará los status quo de inequidad, ya sea por falta de creatividad, de capacidad para entender y conocer la realidad, o porque los guardianes de sus puestos en el Viceministerio tienen miedo o son guardianes de la destrucción. La Consulta en este caso se hace Hueca, sin contenido. Incluso su aplicación, vigilada por este ente, no daría las garantías de imparcialidad ni de rectoría que se requieren (la demora de más de 30 días para el petitorio de consulta cuando el Reglamento estipula 7, nos da la sospecha de que cocieron intereses en la supuesta imparcialidad del ente rector).
Pero a pesar de estos tres puntos, los pueblos indígenas siempre han decidido dialogar con el Estado. Incluso le pidieron desde hace un año que se siente a conversar y dialogar sobre los temas pendientes y sobre la consulta, pero fueron postergados. Luego de ello, en las conversaciones en Iquitos o Lima después de más de un año sin diálogo, demostraron que el Estado, ,no se preocupaba  por los temas pendientes y por ello seguían en el cajón de los olvidos.  Hoy los pueblos llaman al Estado a dialogar a sus territorios, para que esta Consulta y sus derechos comprometidos no termine en el Hueco de la inutilidad.

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CUARTO, EL CHINO APUELA Y EL HUECO DE LA VIDA
El chino Apuela, poblador de Nuevo Andoas, adaptado luego de varios años a la cultura indígena de la zona, la noche en que se detuvo el aeropuerto de Andoas en el Lote 192, Loreto-Perú, recitó en la pista de aterrizaje lo siguiente: “La vida es un Hueco. Nacemos por un hueco, comemos por un hueco, defecamos por un hueco, escuchamos y respiramos por huecos y finalmente morimos y terminamos en el Hueco”… finalmente dijo… “y ahora quieren hacer más huecos para sacar petróleo y ni les importamos”.
Los pobladores que sufren en su carne impactos de más de cuarenta años de explotación petrolera tienen una sabiduría especial, que conjuga justicia social, alegría, resistencia y apertura para poder solucionar problemas. Los pobladores siguen en pie resistiendo y saben que si bien el petróleo va continuar (no se oponen a él), este no debería dejar sus Vidas y territorios como un Hueco sin sentido, donde ser pierden su ser como pueblos.
El gran reto del Estado es que esté a la altura de ellos, y que responda dialogantemente, sin lenguajes incomprensibles. Que los titulares de la PCM vengan al Lote, y no apliquen represión alguna, deshaciéndose del rastro de violencia que carga. Venir al Lote, para compartir con hombres, mujeres y niños el masato y la reflexión, sin una idea de desarrollo ideal, pues este debe contrastarse con la visión de desarrollo de los pueblos cuyas realidades son complejas, diversas y llenas de historias de daños y maltratos. Así, en medio de esta movilización pacífica, intentar en conjunto que el Hueco de la Vida no termine siendo la única forma de expresar sentidamente la situación social en la que se encuentran los pueblos del Lote 192.

Texto y fotografías, Mario Zúñiga Lossio.

PUINAMUDT

Andoas, 26 de Octubre del 2017.


[1] El Chapuchik, para los que  les gusta el sentido filosófico de las palabras, es El Pikachu dicho de manera distinta.